Esperamos con ansias la llegada del Hatch del Palolo worm. Llegaba la tarde y con la marea baja, la teoría decía que era el día indicado, algo que solo sucede una tarde del año durante tan solo dos horas, sin duda resulta casi imposible de presenciar para un pescador esta eclosión.

Los tarpones comenzaban a mostrarse más y más, así fue como cada guía tomaba posiciones en el campo de batalla. El conocimiento de muchos quedaba demostrado cuando desde su posición, los tarpones en cardúmenes pasaban y pasaban de manera constante.

Al poco tiempo, los Palolos estaban nadando por todos lados y los tarpones formaban una masa, algo nunca visto antes.

Tirábamos con mi sobrino y mi hermano sin descanso, pero nada de nada, ningún tarpon tomaba, pero ninguno de los botes pescaba nada, incluso aquellos que usan carnada tampoco tenían resultados.

Resultaba ser frustrante ver a tarpones de mas de 50kg largos tomar una pequeña larva pero no tomar nuestra imitación bajo ningún concepto. Estaba seguro que era el shock tippet de 80 libras de fluorocarbon que veían a la perfección y luego de horas de probar dije, bueno vamos a ver si pican al menos y deje fluoro pero de apenas 30 libras, eso me daría unos 15 a 20 minutos de pelea con suerte pero lograría una de las tantas respuestas que esperaba.

Lo arme mientras esperaba la acción, pero nada sucedió, ninguno tomo la mosca luego de horas de usarlo. En ese momento, mi sobrino, Pedro con catorce años clavo un tarpon y de los buenos, al comienzo estos peces no sienten la mosca y continúan con el grupo como uno más, indiferentes.

La pelea era muy intensa y todos tratamos de alentar a Pedro para que pudiera terminar con luz diurna y así lograr la captura, pero esto se volvía imposible, las horas pasaban y la noche nos tomaba por completo en la lucha. Realicé una experiencia en INSTAGRAM VIVO que salió en nuestro canal, pero tuve que cortar el VIVO.

El pez, fuertísimo y Pedro que no aflojaba, dos horas de pelea y recién lo pudimos ver bajo el agua con linterna, un verdadero tarpon de los grandes, de aquellos anchos de lomo que son los mas pesados e inagotables. Pedro estaba ya totalmente exhausto, pero seguía en pie sin dar su caña y nosotros seguíamos en silencio en medio de la noche cerrada, pudimos verlo y tenerlo a tan dolo un leader de distancia cuando la mosca se le desprendió.

El pez continuo nadando con suavidad, cansado pero con elegancia, dejándonos envueltos en esa mezcla de desazón y tantas cosas que nos cuesta recordar.

No tengo duda alguna que esta es una de esas experiencias que Pedro recordara, cada vez que comience a dormitarse, le aparecerá la imagen del tarpon en medio de la noche y le robara un poco de sueño, dejándole por siempre la marca de ese día histórico en el que se convirtió oficialmente en taponero, de Florida.

Federico Prato