Hace más de diez años, trabajando como guía en el Refugio Lago Tromen, conocía por primera vez una de estas moscas. En ese momento guiaba a un grupo de americanos que la traían como novedad para pescar en lagos. Recuerdo que  mi expresión al verlas fue: “esa ojota le van a poner ?”...

Quienes han podido visitar el lago Tromen habrán comprobado que las truchas comen pegadas a los paredones  y rara vez se alejan,  por lo que las moscas deben rebotar y caer a no más de 20 cm del borde.

Ubicados en el lugar de pesca le indico a uno de los pescadores que una trucha viene pegada a la pared  y que allí debía poner la mosca, pero el lanzamiento se queda cortísimo y fuera de su alcance, sin embargo la actitud de la trucha cambia al ver la caída de la mosca y rápidamente la hermosa arcoiris deja la protección del árbol y su sombra, para aventurarse por mas de dos metros a pleno sol, tomándola con velocidad y sin duda alguna.

Sin temor a equivocarme, creo que el grupo de las “Chernobyls” han cambiado y renovado el diseño de  las moscas secas atractoras en los últimos años, popularizándose entre los pescadores rápidamente.

Hoy podemos encontrar variantes inimaginables, con libros y páginas dedicadas exclusivamente a estos modelos.

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1 - Antes de comenzar con el atado debemos cortar con regla y Gillette las tiras de foam de los tres colores, de esta manera igualamos los anchos (ej. : para un anzuelo #6, ancho 6mm.) luego forramos la pata del anzuelo con hilo y atamos atrás y centrada la primera tira de color beige.

2 - Luego levantamos la tira, pasamos el hilo unos milímetros y atamos nuevamente. Repetimos la operación formando cuatro segmentos iguales hasta llegar al ojo.

3 - Pasamos el hilo cruzando por encima de todo el cuerpo y volvemos a la posición inicial. Allí atamos la tira de foam negra, el primer indicador de foam anaranjado y por último las patas a ambos lados.