“Moscas argentinas para nuestros dorados”

En estos últimos 10 años, la pesca con mosca de nuestros queridos dorados ha evolucionado de una manera impensada.

Los que hemos formado parte de este desarrollo, podemos mirar atrás y darnos cuenta de los cambios increíbles que ha sufrido consecuencia de la búsqueda constante por mejorar. Hemos sabido dejar de lado caminos que otros habían hecho en lugares lejanos para crear los propios.

No nos conformamos con usar una mosca saltwater que crearon para un pez al otro lado del mundo, aunque termine siendo efectiva.

Queremos engañar a nuestro pez, imitando su comida porque es la “esencia de la pesca con mosca”.

Hoy, ya no hablamos de un equipo general para pescar dorados, cada río o lugar a donde estemos planeado pescarlos ha sabido desarrollar su propia técnica, con un número de equipo ideal, una línea para cada situación, un leader optimo y por último las moscas que han sido creadas pensando en lo que comen esos dorados.

Moscas como la que hoy presentamos y muchas otras que cada uno de nosotros hemos sabido desarrollar, son parte de este proceso y espero que sepan disfrutarlas y sentirlas como propias.

Así, con cada dorado que logremos engañar, sentiremos que este tomo nuestra mosca en su intento natural de comerse un sabalito, una palometa, una mojarra o un pequeño bagre.

Si necesita más información sobre ésta u otras moscas publicadas, no dude en escribirnos a gerardo@federicoprato.com.ar

1 - Comenzamos fijando firmemente los ojos en la parte de abajo del anzuelo, luego atamos una tira de conejo clara y sobre esta un lazo de monofilamento. (80 mm.)

2 - Seguido atamos la segunda  tira de conejo y las pegamos entre sí con la gotita. La tira superior debe ser de mayor longitud que la inferior.

3 - Detrás de los ojos realizamos un hackle con una pluma de schlappen rojo o naranja. Luego tiramos todas las fibras hacia abajo y le pasamos una vuelta de hilo encima para fijarlo en esta posición.