Pescando el Río dulce

Desde hacía tiempo teníamos comprada una embarcación NRS que es ideal para flotar en todas las condiciones, incluso se le adiciona un pequeño motor que nos permite trasladar sin esfuerzos. Ponerse a utilizar tu propia embarcación genera una serie de inconvenientes y trabajo adicional a la jornada de pesca en sí, motivo por el cual a todos les digo que a menos que floten muchas veces y que realmente lo disfruten, no se pongan en semejante empresa y contraten un guía de pesca que es lo más recomendable.

Con la ayuda del grupo de Andres Moreno y Marcos Gleria, ambos poseen su propio Drift boat, decidimos realizar esta salida y hacer el bautismo nada menos que en las aguas del Rio Dulce.

Los accesos al rio son complejos, no he visto ningún acceso que podés decir que buen acceso, todos tienen arenales, costas altas, dificultades pero este grupo ya estaba acostumbrado a todo y además disfrutaba de esto como parte de la experiencia de pesca.

 La primera mañana salimos con un clima fresco, armamos dos cañas una con línea ExPII intermedia y otra de flote. Las cañas dos clásicas, SAGE Maverick y SAGE Payload. Esta ultima es una caña concebida para el dorado, es el modelo que mejor se “acomoda” a esta pesca.

Tome los remos del catarraft NRS Kodiak 18 pies y fue como subirse a una nave de 12 cilindros. Hay una mezcla de sensaciones y ni hablar que hacía décadas que no tocaba los remos y menos para dar una indicación a alguien y conducirlo hacia ese palo y su dorado. Lejos de sentirme un guía de pesca, comencé a ver el rio, el palo, la corriente, buscar el pájaro que daba un graznido especial, encontrarme en ese lugar me produjo un clic y hasta quise permanecer allí, observando todo lo que normalmente nos perdemos o me pierdo cuando tomo una caña de mosca y me convierto en un perro de caza que solo me focalizo en pescar.

Gerardo y Marcos, ambos excelentes pescadores, pude ver cada cast, cada movimiento, muchos perfectos y otros con pequeños detalles que tal vez se podrían mejorar según mi óptica claro está. Pero esa fue la gran sorpresa, desde el lugar de los remos pude estar presente en todos los detalles. En un momento, la pesca se regularizo y cada palo lindo producía un ataque de un dorado y yo podía ver con claridad como los parámetros se repetían, los dorados estaban abajo del palo, no atacaban adelante, incluso tomaban atrás del palo, algo no tan común. 

Muchos dorados parecían haber tomado, pero en lugar de ello hacían una “delfineada” sobre la mosca y obviamente el pescador clavaba y lo primero que decía es, no puede ser si clave. Pero el dorado no había tomado la mosca. ¿Yo pensaba, es posible que a un dorado se le escape una oportunidad tan simple como lo es tomar una mosca? Si tratara de tomar un sábalo, una mojarra, ¿esta le daría más oportunidades para agarrarla o sería una corrida por salvar su vida? ¿Has tratado de agarrar una mojarrita? ¿Un sabalito? Por lo tanto, lo único que me queda pensar es que el Dorado intuye que son moscas y que duda que es comida.

Las capturas fueron tenues por momento y por momentos bien definidas, pero pude observar mucho mientras estuve con los remos en mis manos.

Luego, con la caña no pude lograr abstenerme de pescar cada palo casi sin descanso, perdí algunos piques, pero los concreté casi a todos. El anzuelo nuevo de Umpqua realmente me dejo una gran satisfacción ya que casi todos los dorados fueron con una misma mosca.

La mosca Carnadita con su pluma de Ostrich y sintético es realmente eficiente, nada como ninguna otra y luego pesque con mosca con plumas las que son sin dudas mis favoritas por su movimiento.

Líneas de flote con aguas bajas sin duda alguna fueron la opción mas acertada. Las cañas, probamos varias, pero es la SAGE Payload la que pareciera hecha para esta pesca con un cast enérgico y contundente pero exigente para el brazo.

Todos pescamos con un grupo de amigos excelente, me parece que en breve el Rio Dulce va a entrar en un momento único, no tuvimos ataques en superficie, pero con la temperatura eso llegara.

Tener los remos y destinar mas tiempo a observar me brindo cosas agradables, pero también me llevo a pensar en lo decadente del ser humano, miles de botellas de plástico y desperdicios de los que te puedas imaginar están a lo largo de las costas o en el cauce, en donde mires.

He estado en tantas ciudades importantes con sus ríos, sus pesqueros en medio de su ciudad y nunca hay un solo plástico o residuo o botella. Ambas ciudades construyen su vida en rededor de estos espacios, toman ventajas de ellos mismos, sobre viven con sus recursos, esos si que son los grandes recursos. En este destino tienen todo y parecen querer aniquilarlo constantemente.

 

Federico Prato