Mesa de Atado, paso a paso

por Gerardo Martinetto / Fotografía: Gerardo Martinetto

Quizás muchos de los que hemos empezado ya hace tiempo con esto de la pesca con mosca, veremos el modelo y diremos, “te acordás de la montana”, y seguramente un cúmulo de recuerdos de pescas olvidadas volverán a nuestras memorias.

La montana tal vez, sea una de las ninfas más usadas y pescadas por casi todo pescador de aquellos tiempos, épocas donde iniciarse era bastante complejo, ya que la información y disponibilidad de materiales era escasa. En muchos casos solo bastaba un trozo de chenille y alguna pluma para atar una woolly worm o una montana y a pescar. Y como pescábamos!

Por otro lado, los que ahora comienzan quizás, desconociendo su existencia, hayan pasado de largo esta etapa de la historia y empiecen pescando con modelos de ninfas a los que muchos llamamos “modernos”, sin saber que esta sencilla ninfa sigue siendo tan vigente como lo fue siempre.

Hubo muchos momentos en los que esta mosquita me salvó el día. En especial recuerdo a una de estas truchas renegadas, a la cual luego de presentado casi todas las ninfas que tenía en la caja, y ya quedándome sin opciones, logre hacer picar con una vieja montana que ya oxidada permanecía olvidad al fondo de la caja.

Espero que al ver esta moscas o alguna de las variantes de esta familia de montanas, aquellos que alguna vez las usaron o usan, puedan conectar con estos recuerdos, y a los que no tuvieron oportunidad todavía, los invito a que tiren una de éstas al agua. Verán cómo reaccionan las truchas.

G.M.

1
Para empezar, simplemente atamos un mechón de fibras de gallo negro proporcional a la mitad de la pata del anzuelo. Para obtener un mechón parejo, debemos peinar las fibras de una pluma de gallo hacia atrás hasta que estas queden perpendiculares al canuto, luego juntamos la mayor cantidad de fibras aprisionando las puntas entre los dedos índice / pulgar y las arrancamos tirando hacia atrás.

2
Luego atamos junto a la cola, el chenille negro y lo enroscamos una vuelta seguida a la otra cubriendo algo más de la mitad de la pata del anzuelo. Para darle conicidad al abdomen podemos recortar la parte de atrás del chenille. Según el tamaño de la mosca que atemos, utilizaremos chenilles de diferentes diámetros.


3
La caja alar la fabricamos con el mismo chenille, que dependiendo del tamaño serán una o dos hebras. Las ataremos subiéndonos con este por encima del abdomen marcando la mitad de la mosca. Seguido atamos la pluma de gallo negro que luego utilizaremos para el hackle.

4
Para el tórax repetimos el paso dos, pero esta vez lo hacemos con el chenille amarillo.

5
Ahora, pasamos el hackle con vueltas separadas sobre el chenille. Este debe ser proporcional a una vez y media la abertura del anzuelo, o similar largo de la cola.


6
Para terminar, retraemos el chenille por sobre el tórax y lo atamos adelante. Terminamos la cabeza, laqueamos y a pescar.

Si necesita más información sobre esta u otras moscas publicadas, por favor nos escribe a gerardo@federicoprato.com.ar